viernes, 30 de abril de 2010

Dice que le gusto mucho. Que mi olor la calienta.
Dice que sabe como hacerme acabar y perderme ahí. Y lo hace.
Que mi pelo, que mis tetas, que mis piernas.
Julia dice que mi boca es un viaje.
Que no puede dejar de pajearse cuando piensa en mí. En nosotras. En nosotras, en mi cama.

Me gusta. Me calienta.
Me hace acabar.
Su pelo, sus tetas, sus piernas.
Su boca.
Y no puedo.
Yo.
Nosotras.
Nosotras y mi cama.

martes, 13 de abril de 2010

Dice Julia:


Te lo dije.
Moriste. Seguiste.
Tan caliente estabas que me asustaste.
Yo quería esas tetas para mi y las tuve. Las tragué.
Te di las mías, las chupaste tanto.
Te metí mis dedos y busqué los tuyos. Los encontré rápido.
Estabas empapada, latiendo, gritando.
Llorabas.
Acabaste rápido y te empezaste a reir.
Creí que no ibas a querer mas, te ví agotada, colorada, exprimida.

Y despues viniste por mi. Me cogiste. Bruta, caliente.
Lo queria, lo esperaba, lo deseaba.
Te espero, te lo dije.

lunes, 12 de abril de 2010

Su boca. Su lengua.

No necesite nada más.

Me tuvo en el momento en que sus manos me tocaron.

martes, 6 de abril de 2010

Necesito encontrarte. Fue ese el mensaje que recibí, fue ese el mensaje que esperaba.



Julia tiene manos pequeñas, con uñas cortas y prolijas. Voz honda. Pocas palabras.


Es joven pero sin la pedantería que dan los pocos años. Es reposada, quieta, calma.
Ella me hunde y me rescata.
Su cuerpo me rescata.



lunes, 5 de abril de 2010

No lo supe cuando me besó.
No lo imaginé.
No tuve tiempo de pensarlo cuando me sacó la remera, cuando puso sus manos sobre mis tetas. Cuando la escuché decirme "Dale. Lo que quieras"
No creí.
Me dejé.